Cada año se diagnostican en nuestro país miles de casos de melanoma cutáneo. Y es que el sol es uno de los principales causantes del cáncer de piel, cuya incidencia se ha visto aumentada en los últimos años. De ahí la importancia de proteger nuestra piel de los rayos solares ya que, aunque es una enfermedad que se detecta por lo general a partir de los 60 años, el efecto de la radiación solar es acumulativo y nos acompaña de por vida. De ahí la famosa frase “la piel tiene memoria”. En el caso de los niños, proteger la piel se vuelve de vital importancia dado que su piel es seis veces más fina que la de un adulto, no produce tanta cantidad de melanina o defensas, haciéndolas más vulnerables si cabe a los rayos solares. En este sentido, otro dato a tener en cuenta es que la mayor parte de la exposición solar de una vida se concentra en los primeros 18 años, tiempo en el que pasamos más tiempo al aire libre y por tanto expuestos a los rayos UVA.
Un aspecto a tener en cuenta es el hecho de que en edades tempranas los niños no son capaces de evaluar el daño hasta el momento en el que está hecho. En este momento las quemaduras solares y las agresiones en la piel profundas provocan daños irreversibles haciendo que la piel se vuelva frágil con mayor probabilidad de patologías a largo plazo como el envejecimiento prematuro de la piel, problemas cutáneos o mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel en la edad adulta.
Más vale prevenir
Tomar medidas haciéndolas parte de la rutina así como mentalizar a los más pequeños de los peligros de la exposición solar es principal si queremos prevenir quemaduras y daños en la piel:
- Evitar las horas de más calor e incidencia del sol, entre las 12 y las 16 horas. Procurando elegir la sombra durante estas horas.
- Proteger la cabeza, el cuerpo y los ojos con una gorra o gorro de ala ancha, vestir ropa fina y uso de gafas con filtro UV-A y UV-B.
- Aplicar protección solar con frecuencia y de manera generosa 30 minutos antes de la exposición solar y cada 2-3 horas o tras bañarse.
- Beber agua con regularidad.
- Usar una crema con un factor de protección solar de 50 especial para niños.
- Evitar una excesiva exposición solar así como enseñar y dar ejemplo con hábitos adecuados.
- Recordar que es recomendable no exponer directamente al sol a los menores de 3 años.
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La crema solar SPF 50 KIDS ha sido la última en incorporarse a la línea Phyt’Solaire. Una alta protección solar específicamente formulada para niños con piel sensible.
- Hipoalergénico y de fórmula preservada para reducir reacciones alérgicas. Rica en ingredientes activos nutritivos.
- Textura suave y fluida para una aplicación fácil y uniforme.
- Protección 100% mineral para proteger la piel de los más pequeños de los rayos solares.
- Formulada a base de ingredientes de origen natural como la Manteca de Karité, la Jojoba, el Sésamo y la Vitamina E natural y filtros minerales.
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